pesar de que las tensiones confesionales caracterizaran a la Confederación en el siglo XVII, los cantones confederados lograron, a diferencia de las Tres Ligas, mantenerse al margen de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648).
El siglo XVIII fue una época pacífica desde el punto de vista de la política exterior, porque tras la Guerra de Villmergen de 1712 las tensiones confesionales fueron perdiendo peso.
Con la fundación del Estado federal se sosegó la situación política interior y exterior. Mediante la revisión de la constitución de 1874 el estado central consiguió incrementar sus competencias.
Durante la primera mitad del siglo XX Suiza no sólo vivió dos guerras mundiales sino también un período de entreguerras que trajo consigo una grave crisis económica y grandes desórdenes políticos.
Las condiciones marco en materia de política exterior y economía cambiaron repentinamente y de manera persistente con el proceso de globalización que se inició tras la Guerra Fría.