Energías renovables

En el sector de las energías renovables se prioriza en Suiza la transformación de la energía en electricidad y calor a distancia. La fuerza hidráulica es desde hace décadas la fuente de energía renovable más importante de Suiza, sobre todo para la producción de electricidad. Las denominadas “nuevas” energías renovables, como el calor ambiental, la biomasa, la energía eólica y sobre todo la energía solar, han experimentado un crecimiento notable en los últimos años gracias al incremento de las ayudas económicas. 

La cubierta del polígono industrial Riverside está revestida de paneles fotovoltaicos con una superficie que abarca cinco campos de fútbol.
Las instalaciones fotovoltaicas son cada vez más importantes para la generación de electricidad. Particularmente eficaces son las grandes centrales solares en los tejados de naves industriales o en la alta montaña. © Megasol Energie AG

Con la Estrategia Energética 2050 se están fomentando mucho las energías renovables, que ganan cada vez más en importancia. Actualmente, las energías renovables abastecen más de la cuarta parte del consumo energético nacional, y en el futuro van a tener un papel aún más destacado. El mayor impulso de la transición energética se debe, por un lado, a incentivos financieros y a una mejor información de los usuarios, y, por otro, a la promoción de proyectos de investigación para la innovación.

La participación de las energías renovables en el consumo energético nacional ha subido más del 10 % desde 1990. El porcentaje de las renovables permaneció estable hasta 2006, cuando empezó a crecer rápidamente. En 2020, las energías renovables abastecían un 27 % del consumo total de energía, un porcentaje con el que Suiza se situaba ligeramente por encima de la media de la Unión Europea (casi un 19 %), aunque muy por debajo de naciones punteras como Suecia (60 %) y Finlandia (aprox. 44 %).

En el sector de las energías renovables se prioriza en Suiza la transformación de fuentes de energía brutas, como la fuerza hidráulica, la madera, el sol o el calor ambiental, en electricidad y calor a distancia. Con un porcentaje del 60 %, la fuerza hidroeléctrica es en Suiza la fuente de energía renovable más importante, seguida de la madera con casi el 20 % y, en orden descendente, el aprovechamiento de residuos urbanos, del calor ambiental, de la energía solar, de biocarburantes y biogás, así como de la fuerza eólica. Estas últimas, también llamadas “nuevas” energías renovables, son cada vez más importantes para el suministro energético en el ámbito de la electricidad, del calor y de los combustibles. Las energías renovables se utilizan en Suiza, principalmente, para la generación de electricidad, donde su participación es del 80 %.

Si bien su participación en la producción global sigue siendo pequeña, la fotovoltaica está registrando, en cifras absolutas, el mayor incremento entre las “nuevas” energías renovables. La tendencia de crecimiento de las instalaciones fotovoltaicas y solares continúa tanto en el sector privado como industrial; y el potencial por explotar sigue siendo enorme. En el futuro, las centrales solares en los Alpes Altos jugarán un papel particularmente importante, porque su producción también es constante en invierno, a diferencia de las instalaciones ubicadas en la planicie. También la biomasa se utiliza cada vez más, aunque en un nivel todavía muy bajo. El biogás, por su parte, si bien posee una gran variedad de usos —como carburante, combustible para la calefacción o para la producción eléctrica—, tiene un volumen de producción limitado, dado que en Suiza se suelen gasificar únicamente residuos como mondaduras domésticas, estiércol de granjas agrícolas o madera no aprovechable.

En la actualidad, las energías renovables suministran todavía menos del 50 % de la energía térmica para la calefacción y la producción de agua caliente en los edificios y las viviendas. Pero como en los últimos diez años se han instalado bombas de calor en tres de cada cuatro obras nuevas, se espera que este porcentaje aumentará aún más en el futuro, al igual que la parte del calor urbano, de la dendroenergía y la energía solar térmica.