Open Doors: el impulso de la cultura para el desarrollo sostenible
En 2021 continúa la colaboración de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) con Open Doors. Esta edición del Locarno Film Festival apoya a directores y películas procedentes de países del Este y del Sur. Desde hace 19 años, este partenariado difunde el mensaje de que la cultura es esencial para el desarrollo sostenible. Una mirada entre bastidores, entre Berna y Locarno, y una etapa en Mongolia con la exalumna de Open Doors, Uran Sainbileg.
La colaboración de la COSUDE con Open Doors se basa en la convicción de que el sector cultural es un potente motor para el desarrollo social. © Locarno Film Festival
La edición de 2021 de Open Doors tendrá lugar del 6 al 10 de agosto. Por tercer y último año, está dedicada al panorama cinematográfico del sudeste asiático y de Mongolia. Para los operadores culturales de estos países, a menudo resulta complicado acceder con sus proyectos a una red internacional y, por tanto, tienen dificultades para darlos a conocer y difundirlos. Y, por ende, para transmitir los mensajes y las temáticas que quieren acercar al público. Open Doors responde a esta exigencia atrayendo la atención internacional sobre los directores y las películas procedentes de estos países, ofreciendo formación y una plataforma de intercambio más allá de las fronteras nacionales. Existen fuertes sinergias con los programas de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) en estos mismos países. La colaboración se basa en la convicción de que el sector cultural es un poderoso motor para el desarrollo social: contribuye a una mayor inclusión de la población en los debates, a nuevas ideas y a una mayor participación política. Primera etapa en Berna, a fin de comprender mejor el alcance de la colaboración.
«La cultura promueve la paz y el desarrollo económico»
«La COVID 19 ha demostrado claramente, también en Suiza, cómo las actividades culturales son una parte esencial de nuestro modo de vivir en sociedad» afirma Rudi von Planta, jefe del equipo de Cultura y Desarrollo de la COSUDE. «El acceso al arte y a la cultura es una de las condiciones para la paz y, por consiguiente, para el desarrollo económico y social. El respeto de la diversidad de opiniones constituye un factor de estabilidad para el desarrollo de cualquier sociedad. Para los países en desarrollo, en el camino hacia una paz duradera o en medio de una transición democrática, este respeto desempeña una función incluso más importante», continúa. Entre sus diversas tareas, Rudi von Planta se ocupa de los partenariados culturales en Suiza destinados a promover a artistas y agentes culturales de países orientales y meridionales. El objetivo es darles acceso al mercado cultural suizo y ayudarles a obtener reconocimiento y una fuente de ingresos, reforzando asimismo el panorama artístico local. Open Doors es un ejemplo de ello.
Promoción del diálogo intercultural, de la diversidad y de una sociedad más inclusiva: la labor de la COSUDE en este campo hace hincapié en metas compartidas e escala internacional que encuentran eco en la Agenda 2030 y la Convención de la UNESCO sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales 2005, ratificada por Suiza en 2008. «Las industrias creativas son un sector de la economía global en rápido crecimiento. El arte y la cultura crean contenidos, significados, sentido de pertenencia, definen una identidad. La vida cultural, sobre todo para los jóvenes, aporta esperanza hacia el futuro y alienta a la participación en el propio país», explica el experto.
En los últimos tres años, Open Doors ha centrado su atención en talentos y productores cinematográficos procedentes de Laos, Tailandia, Camboya, Vietnam, Birmania, Indonesia, Malasia, Filipinas y Mongolia. Precisamente de este último país es Uran Sainbileg, productora y exalumna de Open Doors. Hace un año de su participación. En este período de tiempo, ¿qué objetivos y logros ha alcanzado? Su experiencia en breve.
«Tras la participación en Open Doors se puso en marcha el primer curso para productores en Mongolia»
Uran Sainbileg participó en la edición de 2020 de Open Doors. El proyecto de película en el que estaba trabajando se encontraba en fase de posproducción. Los comentarios recibidos por los profesionales del sector a escala internacional y el intercambio con los participantes fueron un valor añadido para finalizar su trabajo, así como para proyectos futuros. «Con Open Doors aprendí cómo prestar apoyo en el contexto local y a mis colegas directores gracias a los conocimientos adquiridos sobre el funcionamiento del mundo del cine de hoy en día», explica la productora.
La participación en Open Doors le abrió las puertas del Rotterdam International Film Festival Producers Lab y la animó más aún a enviar una propuesta de proyecto, junto con el Instituto de Cinematografía de Mongolia, a la oficina de cooperación de la COSUDE en Mongolia. «Nuestra iniciativa, destinada a organizar cursos para los productores cinematográficos locales, resultó seleccionada y nos sentimos muy felices de poder poner en marcha la primera experiencia el próximo mes de noviembre de 2021». La COSUDE prevé que todas las oficinas de cooperación repartidas por el mundo inviertan por lo menos el 1 % del presupuesto propio en proyectos culturales. El proyecto de Uran Sainbileg forma parte de este compromiso.
¿Pero qué efecto ha tenido Open Doors en la escena cinematográfica de su país de origen? La digitalización, con las redes sociales, ha adquirido un papel importante para la difusión de mensajes al público en Mongolia. «Tras participar en Open Doors, el Gobierno de Mongolia me invitó a participar como consultora en todos los debates en curso de la primera ley sobre el cine». Y en julio de 2021, como cuenta con orgullo la productora, Mongolia aprobó dicha ley, siendo esta la primera en los 80 años de historia de su industria cinematográfica. Contribuir al impulso del cambio a largo plazo es parte de los objetivos de Open Doors. Sobre este tema habla Sophie Bourdon, responsable de la edición de este año del Locarno Film Festival.
«La digitalización ha reforzado la inclusión, que es el ADN de Open Doors»
La decisión del equipo de Open Doors y de la COSUDE de enfocarse durante tres años en una región va en consonancia con la intención de lograr con la iniciativa una continuidad y efectos a largo plazo. Los participantes disfrutan de un acompañamiento durante todo el año. «A menudo, el cine independiente en estos países opera en un contexto poco estructurado. Es alentador ver a los exalumnos participar en las discusiones con las autoridades locales a fin de diseñar una ley sobre el cine, crear un instituto cinematográfico o incluso iniciar programas de formación profesional», afirma la responsable de Open Doors, Sophie Bourdon.
El formato digital lanzado en 2019 no solo refuerza la continuidad, sino también la participación en el proyecto. «Permitió tanto durante la pandemia como en medio de grandes crisis políticas, como la de Birmania, mantener el contacto regular con los cineastas y poder apoyar el intercambio de ideas entre profesionales», cuenta Sophie Bourdon. ToolBox, la plataforma interactiva de intercambio de conocimientos y establecimiento de redes lanzada en junio de 2020 ha favorecido la inclusión: «En un año, la comunidad asiática de Open Doors pasó de 250 a más de 800 miembros y reunimos a profesionales que consideraban la iniciativa inaccesible, vista la importancia que reviste el Locarno Film Festival». La programación en línea de los cortometrajes Open Doors 2021, junto con la ofrecida en las salas de cine de Locarno, desea continuar «abriendo las puertas» para difundir mensajes que inciten a la sociedad a comunicarse y crecer.