La formación profesional en Túnez: Objetivo empleo

Proyecto terminado
En Túnez, un proyecto de la COSUDE permite que los jóvenes en busca de empleo adquieran las competencias técnicas y sociales necesarias en el mundo laboral.
En Túnez, un proyecto de la COSUDE permite que los jóvenes en busca de empleo adquieran las competencias técnicas y sociales necesarias en el mundo laboral. © Swisscontact

Un programa de la COSUDE mejora la empleabilidad de los jóvenes titulados de Túnez poniendo en marcha formaciones profesionales que les permiten tener experiencias prácticas y adquirir el saber hacer necesario en el mundo laboral.

Región/País Tema Período Presupuesto
Túnez
Formación profesional
Empleo y desarrollo económico
Formación profesional
Creación de empleo
01.01.2016 - 31.10.2021
CHF  9’603’475

El desempleo juvenil sigue siendo uno de los mayores problemas que afronta Túnez. En las provincias más desfavorecidas, así como entre las mujeres y los jóvenes titulados, la tasa de paro supera el 30%.

Por un lado, hay algunos sectores de la economía que no proporcionan suficientes puestos de trabajo. Por otro lado, hay un sector privado que requiere más mano de obra cualificada de lo que el sistema nacional de formación puede proporcionar. En consecuencia, hay aproximadamente 150 000 puestos de trabajo sin cubrir.

Reducir la tasa de desempleo

El programa de la COSUDE “Formación e integración profesionales en Túnez”, que la fundación Swisscontact ha puesto en marcha bajo los auspicios del Ministerio de Formación Profesional y de Empleo de Túnez (MFPE, por sus siglas en francés), se suma a otras iniciativas suizas paralelas destinadas a promover la creación de empleo en el país norteafricano. Tiene tres objetivos prioritarios: 

  • reducir la tasa de desempleo gracias a una mejora de la empleabilidad de los jóvenes titulados,
  • mejorar la imagen de la formación profesional en Túnez, y
  • adaptar los programas de formación a las demandas del mercado de trabajo.

 Una pedagogía mejorada y ofertas de especialización

Los jóvenes tunecinos tienen a su disposición varias ofertas de perfeccionamiento y de inserción laboral. Algunos de ellos reciben formaciones técnicas centradas en la práctica que se imparten en los centros de formación existentes. En esos casos, el programa se esmera en mejorar la calidad de la formación que ofrecen esos centros: más de 90 formadores de empresa han recibido formación en métodos pedagógicos innovadores.

Hasta 2017 se ha proporcionado formación de forma puntual a 1.586 tunecinos (el 60% de ellos mujeres) de las regiones más desfavorecidas del país para iniciar actividades de alto valor añadido o ampliar sus capacidades para llevarlas a cabo. La cría de codornices, la poda de la vid o la gestión de proyectos agrícolas son algunas de las especialidades que han empezado a enseñarse a raíz de solicitudes específicas. Por otra parte, varios cursos de formación técnica han sido cocertificados en colaboración con las autoridades nacionales para así asegurar su arraigo en el sistema nacional de formación profesional.

De la teoría a la práctica

Las cinco empresas de formación creadas hasta la fecha en el marco del programa han contratado, hasta 2017, a 704 jóvenes titulados, de los cuales el 62% eran mujeres. Esas entidades tienen la particularidad de funcionar como empresas reales, aunque solo comercializan productos y servicios virtuales dentro de una red mundial de intercambios. La formación recibida trabajando durante tres meses proporciona a los jóvenes una experiencia profesional dentro de una empresa, lo que les permite consolidar los conocimientos prácticos de su profesión, así como ejercitar las aptitudes interpersonales y humanas necesarias en la vida profesional.

La tasa de inserción laboral de los antiguos empleados de las empresas de formación – del 85% – confirma el valor añadido de estos empleos temporales de formación, que además tienen un efecto positivo en la actitud de esos jóvenes. “Mi experiencia en una empresa de formación me hizo recuperar algunas cosas que había perdido, como la confianza en mí misma y mis aspiraciones profesionales”, cuenta Abir Allouch, quien tras su formación de empresa, fue contratada como grafista en una empresa de comunicación.

El ejemplo de la empresa Tree

Tree es una empresa de formación con sede en Túnez. Su objetivo es dar formación a jóvenes titulados en paro y a quienes buscan su primer trabajo y conseguirles un empleo en los sectores del comercio, el marketing y la administración. Cuenta con 18 puestos de capacitación laboral. Los jóvenes están supervisados por dos profesionales acreditados procedentes del sector privado. Desde su creación en mayo de 2016, Tree ha acogido a 115 jóvenes.

Los conocimientos especializados de Suiza

Al igual que en la formación profesional dual, Suiza tiene una larga experiencia que compartir en materia de empresas virtuales. La organización suiza Helvartis dirige unas sesenta estructuras similares que fueron lanzadas desde mediados del siglo XX. En colaboración con la COSUDE, Swisscontact, el Ministerio de Formación Profesional y de Empleo de Túnez, y la organización de empleadores Confédération des Entreprises Citoyennes de Tunisie (CONECT), Helvartis ha contribuido al lanzamiento y la acreditación de cinco empresas de formación en Túnez.

Un programa de repercusión nacional

Hasta 2020, el programa de la COSUDE se seguirá extendiendo a varias regiones del país. Sus principales beneficiarios son mujeres y hombres que acaban de terminar una formación profesional y que aún no tienen empleo, en su mayoría procedentes del Gran Túnez, de las provincias desfavorecidas – Kasserine, Sidi Bouzid, Siliana, Tataouine y Medenine – y de las zonas costeras afectadas por la crisis del sector turístico.