El Programa Mundial de Alimentos (PMA) es la mayor organización humanitaria que lucha contra el hambre y la malnutrición en el mundo. En 2021, la contribución de Suiza a las operaciones del PMA ascendió a unos 100 millones de francos suizos (CHF). Además de su contribución a las operaciones generales, en la prestación de asistencia técnica y financiera, Suiza prioriza la protección de las personas afectadas y la rendición de cuentas ante estas, la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres, así como las necesidades logísticas del PMA.

El hambre y la malnutrición son una de las mayores amenazas para la humanidad. Afectan aproximadamente al 10% de la población mundial. Los desplazamientos forzados a causa de los conflictos, los efectos económicos de la pandemia de COVID-19, el cambio climático y la inflación privan en la actualidad a millones de personas de un acceso a los alimentos en cantidad y calidad suficientes.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) es la mayor organización humanitaria que lucha contra el hambre y la malnutrición en el mundo. En 2021, ayudó a casi 124 millones de personas en más de 80 países. De todas las organizaciones multilaterales de la familia de organizaciones de las Naciones Unidas, el PMA es el principal beneficiario de la ayuda humanitaria suiza. En 2020, recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la lucha contra el hambre y su contribución a la mejora de las condiciones de paz en las zonas afectadas por conflictos.

Temas

El PMA tiene un doble mandato: la ayuda humanitaria de emergencia y la cooperación al desarrollo a largo plazo. La mayor fortaleza del PMA es su capacidad para suministrar asistencia alimentaria de forma rápida y eficaz en zonas de crisis de todo el mundo. También apoya a la comunidad humanitaria mediante la prestación de servicios de transporte de personal, así como de alimentos y material de ayuda.

La mayor parte del trabajo del PMA se lleva a cabo en países afectados por conflictos, donde el número de personas desnutridas es tres veces superior que en los países en paz. Esto exige que la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo colaboren estrechamente en asociación con las operaciones de paz.

Poco a poco, el PMA ha pasado de brindar ayuda alimentaria a brindar asistencia alimentaria. Ahora refuerza la resiliencia de los países a través de soluciones más amplias, como el desarrollo de infraestructuras físicas (carreteras, presas, silos, etc.) o de mercado (servicios financieros, seguros, cadenas de valor, etc.), campañas para mejorar la nutrición en las escuelas o sistemas de alerta temprana basados en imágenes por satélite. Proporciona asistencia técnica para facilitar el desarrollo económico y social de los países más frágiles.

El PMA promueve las nuevas modalidades de asistencia, como los vales o las transferencias de efectivo. Las personas necesitadas reciben dinero en efectivo o vales para canjearlos por alimentos en las tiendas o utilizarlos como deseen para cubrir sus necesidades básicas. Esto contribuye a luchar contra el hambre allí donde los alimentos son abundantes, pero demasiado caros para las personas pobres. Y beneficia a la economía, pues el dinero se gasta en los mercados locales y permite a los beneficiarios acceder a más productos. El PMA evita la gestión de existencias en especie debido a los elevados costes que conlleva. Siempre que es posible, el PMA vincula sus programas de distribución de efectivo con los sistemas nacionales de protección social que puedan existir, a los que apoya mediante la formación técnica de las autoridades locales.

El compromiso de Suiza

Prioridades

La primera prioridad de Suiza es que, en adelante, el PMA emprenda programas centrados en la protección de las personas afectadas y la rendición de cuentas ante estas. Suiza busca garantizar que las operaciones del PMA satisfagan las necesidades básicas de los beneficiarios de forma segura y transparente, haciéndoles partícipes de las decisiones que les afectan. La igualdad de género o la protección de los datos digitales de los beneficiarios son aspectos fundamentales de sus intervenciones.

La adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres constituyen otra de las prioridades de Suiza. Gracias a las nuevas tecnologías y a los avances científicos, las crisis meteorológicas son cada vez más previsibles, lo que permite a los agentes humanitarios intervenir antes de que se materialicen los daños. La acción anticipada permite la prestación de ayuda preposicionada a poblaciones previamente identificadas, según planes preestablecidos; lo que, a menudo, implica una reducción de costes.

Suiza también apoya la cadena de suministro del PMA, de importancia sistémica para la comunidad humanitaria. Apoya una red de almacenes en todo el mundo y de servicios aéreos cruciales para llegar a las poblaciones más vulnerables de los países frágiles.

Suiza es también un asociado importante en lo relativo a los recursos humanos. Los expertos del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria están disponibles para brindar sus servicios puntualmente, en situaciones de emergencia, o durante periodos más largos, en crisis prolongadas.

Resultados

En 2021, el PMA hizo un llamado a la comunidad internacional con objeto de movilizar más fondos para afrontar las necesidades sin precedentes. Para el año 2021, Suiza ingresó a la organización de las Naciones Unidas la cantidad récord de 100 millones de francos.

Cuando Tailandia cerró sus fronteras, miles de trabajadores migrantes de Laos perdieron sus empleos y tuvieron que regresar a su país en pocas semanas. Gracias a la ayuda de Suiza, el PMA distribuyó más de 1,1 millones de comidas y artículos de higiene básicos a 42 000 personas.

En Yemen, los conflictos han provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo. En 2021, Suiza donó al país 4 230 000 francos en calidad de contribución no específica, a fin de garantizar una mayor flexibilidad de utilización. El PMA ha utilizado estos fondos, por ejemplo, para invertir en más de 190 estructuras de recogida de aguas pluviales, canales y presas para mejorar el acceso al agua. Con ello, la recogida sostenible de agua aumentó en más de 500.000 m³.

Retos

El PMA estima que 323 millones de personas padecerán inseguridad alimentaria aguda o necesitarán ayuda humanitaria de emergencia para finales de 2023. La agresión rusa en Ucrania ha empeorado la situación alimentaria mundial, especialmente en los países más pobres. Esta crisis ha aumentado considerablemente los precios de los alimentos, los fertilizantes y la energía. Esto se suma a los recurrentes fenómenos meteorológicos extremos, las restricciones por la COVID-19 y la inflación. El hambre se está extendiendo a niveles que no se veían desde las crisis de 2008 y 2011. Suiza sigue con gran preocupación la situación de inseguridad alimentaria en el mundo.