Contexto
Con la desertificación se empobrece el potencial natural del suelo; en otros términos, su productividad, variedad biológica y facultad de regeneración se reducen. La Convención de la Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación define así la desertificación como la «degradación de los suelos». Factores de naturaleza climática y humana, tales como el sobrepastoreo, la sobreexplotación del suelo, la deforestación y sistemas de riego no sostenibles y nocivos para el medio ambiente contribuyen a la desertificación.
Aproximadamente un tercio de las tierras de cultivo de todo el mundo están ya degradados. Debido a la desertificación, se pierden anualmente 12 millones de hectáreas, es decir, tres veces la superficie de Suiza. 2700 millones de personas sufren las consecuencias ecológicas, económicas y sociales de la desertificación y la erosión del suelo. La desertificación tiene a menudo mucho que ver con la pobreza de los habitantes de las regiones afectadas. Para sobrevivir, no les queda más remedio que sobreexplotar el suelo. Otros factores que explican este fenómeno son la legalidad del mercado internacional y la falta de conciencia en cuanto a los recursos naturales.
En 1996, Suiza ratificó la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (United Nations Convention to Combat Desertification, UNCCD), único documento jurídicamente vinculante que reconoce la relación existente entre medio ambiente y desarrollo, por un lado, y la explotación sostenible del suelo, por el otro. Los 197 estados firmantes se comprometen a establecer mejores condiciones de vida para las personas en regiones áridas, a recuperar y preservar el suelo sano y productivo y atenuar las consecuencias de la sequía.
Se persigue alcanzar los objetivos de la convención mediante un enfoque «bottom-up», es decir, mediante la participación de la población local en las esfuerzos desplegados contra la desertificación. Las otras dos convenciones de las Naciones Unidas, adoptadas en la Cumbre de Río en 1992, son primordiales para dicha labor. Se trata de la Convención sobre Diversidad Biológica (Convention on Biological Diversity) y de la Convención Marco sobre el Cambio Climático (Convention on Climate Change).