La demanda de agua sigue creciendo mientras que el volumen total de este recurso a escala planetaria se encuentra limitado y está cada vez más expuesto a la contaminación. El mayor desafío consiste en gestionar el agua de forma sostenible y distribuirla equitativamente entre hogares, agricultura, industria e incluso entre los distintos países. La COSUDE trabaja por una gestión del agua eficiente y sostenible y promueve una colaboración transfronteriza pacífica.
En el punto de mira de la COSUDE
La COSUDE aboga por una gestión sostenible de los recursos hídricos para garantizar el acceso al agua y reducir los riesgos de conflictos y de degradación del medio ambiente. Este compromiso debe fomentar la paz en regiones donde existen tensiones por este motivo mediante la gestión sostenible de los recursos hídricos, así como contribuir al uso eficiente, la reutilización y la gestión razonable del agua en zonas donde hay escasez.
Contexto
Cooperación transfronteriza
La COSUDE se esfuerza por crear un diálogo entre los países que se abastecen en la misma cuenca hidrográfica. Los intercambios a nivel político y técnico permiten reducir tensiones y conflictos o incluso evitar que se produzcan. Suiza, en su papel de actor neutral con experiencia en la mediación y con un conocimiento acreditado en temas hídricos, brinda el marco ideal para tales intercambios. Además, la COSUDE promueve, en el plano técnico, métodos comunes para la medición de la calidad y cantidad de agua disponible y consumida. Una vez que los dirigentes disponen de estos datos, pueden negociar mejor en materia de gestión de los recursos hídricos comunes, así como fijar y alcanzar objetivos de forma conjunta.
El uso eficiente del agua
El agua no es gratuita. Su protección, distribución y tratamiento obedecen a las mismas leyes económicas que cualquier otro bien de consumo. Al mismo tiempo, se trata de un recurso al que cualquier persona ha de tener acceso. La COSUDE desarrolla mecanismos orientados a fomentar el uso eficiente del agua, así como el tratamiento de aguas residuales. Dichos mecanismos proporcionan incentivos orientados hacia una gestión hídrica sostenible y la creación de una infraestructura respetuosa con el medio ambiente en una región o en un sector industrial.
La COSUDE muestra su compromiso, por ejemplo, con grandes empresas para facilitar la transferencia de conocimiento sobre la huella hídrica. Este indicador permite gestionar mejor el consumo del agua en la fabricación de un producto. Por otra parte, la COSUDE trabaja en el desarrollo del “Estándar Internacional para la Gestión Sostenible del Agua” (AWS). Lo que se persigue con ello es que todos los actores provenientes de la economía, el gobierno y la sociedad civil asuman su responsabilidad por la influencia en ejercen en el recurso común utilizado y colaboren de cara a una gestión sostenible. Además, se están desarrollando mecanismos de pago destinados a indemnizar a las poblaciones que habitan las cuencas hidrográficas para la protección de los recursos hídricos.
Desafíos actuales
Hasta el 2030 está previsto un aumento del 30 % de la demanda de agua, mientras que la contaminación medioambiental alcanzará un nivel sin precedentes. Actualmente, el 80 % de las aguas residuales provenientes de la industria y de asentamientos de población se vierte, de forma global y sin tratamiento previo alguno, en el medio ambiente. En la mayoría de los casos, la capacidad de autodepuración de los ecosistemas acuáticos es bastante insuficiente para poder hacer frente a tal volumen. A parte de ello, la agricultura requiere mucha agua, cerca del 70 % del consumo mundial. Sin embargo, el empleo del agua es generalmente ineficiente, por no hablar de la contaminación provocada por abonos y pesticidas. A ello se suma una industria creciente que actualmente consume el 22 % del agua, lo que, a su vez, provoca un aumento de la presión en los recursos hídricos.
En el año 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas de estrés hídrico permanente, lo que causará una fragilización de las economías locales y obligará a millones de personas a desplazarse. Es por ello por lo que hoy es especialmente importante consumir agua en los límites de su capacidad de regeneración y repartiéndola de forma equitativa.