Lucha contra los flujos financieros ilícitos

Los flujos financieros ilícitos (FFI) se definen comúnmente como dinero ganado, transferido y utilizado ilegalmente. Proceden de ingresos derivados de la corrupción, el comercio ilegal, incluido el blanqueo de capitales, la evasión y el fraude fiscales, así como de actividades delictivas como el tráfico de estupefacientes o la trata de seres humanos. Suiza ha reiterado en varias ocasiones su compromiso con la lucha contra los flujos financieros ilícitos. 

Si bien los FFI conciernen a todos los países, su impacto es especialmente devastador en los países en desarrollo. Cada año, enormes sumas de dinero escapan a los países en desarrollo, limitando su capacidad de aumentar sus ingresos, incluidos los ingresos fiscales, y poder financiar así su desarrollo. Si bien las cifras son gigantescas, superando los montos de la ayuda pública al desarrollo, la magnitud de los FFI que escapan de los países en desarrollo  son difíciles de estimar. Sin embargo, en 2015, el informe de los expertos del Grupo de Alto Nivel sobre Flujos Financieros Ilícitos estimó que los flujos financieros ilícitos procedentes del continente africano superaban los 50.000 millones de dólares anuales. Las pérdidas derivadas de las actividades comerciales (relacionadas principalmente con las formas agresivas de evasión fiscal y las prácticas de transferencia de beneficios por parte de las multinacionales) se estimaron en 32.500 millones de dólares. 

La comunidad internacional reconoció la magnitud de los FFI y su impacto negativo en los países en desarrollo en el marco de la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y de la Agenda de Acción de Addis Abeba (2015) para la financiación del desarrollo. La comunidad internacional se ha comprometido, por tanto, a reducir considerablemente los FFI para 2030 y a fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para movilizar recursos a nivel nacional, incluso mediante la recaudación de impuestos. 

La actuación del Consejo Federal

En el Informe „Flujos financieros ilícitos de los países en desarrollo“, del 12 de octubre de 2016, el Consejo Federal presentó su visión del problema así como un análisis exhaustivo del mismo, incluidos los diversos requisitos previos para el surgimiento de los FFI. Según el Consejo Federal, los FFI están constituidos fundamentalmente por fondos vinculados con la criminalidad, la corrupción, el blanqueo de dinero, la financiación del terrorismo así como con el fraude fiscal y la evasión fiscal, fondos todos ellos que trascienden las fronteras estatales.

Informe del Consejo Federal: Flujos financieros ilícitos de los países en desarrollo, 12.10.2016 (en)

Al mismo tiempo, el Consejo Federal ha reiterado su compromiso de luchar contra los FFI, tanto a nivel internacional como nacional. En consonancia con el debate internacional, el Consejo Federal reconoce no solo la importancia del marco jurídico nacional para reducir la afluencia de fondos no deseados, sino también el importante papel de la cooperación internacional sobre el terreno.

La COSUDE, junto con la Secretaría de Estado para la Economía SECO, tiene cinco campos de acción prioritarios:

  • Reducción del riesgo de FFI en el sector de las materias primas
  • Mejora del acceso a los servicios financieros y a las transferencias de fondos
  • Lucha contra el fraude fiscal y las prácticas agresivas de evasión fiscal
  • Lucha contra la corrupción transnacional y el blanqueo de dinero
  • Restitución de bienes de origen ilícito

Medidas específicas para la devolución de bienes robados

La corrupción y la transferencia de activos al extranjero plantean graves problemas a los países en desarrollo. Suiza ha establecido, por ello, diversos partenariados con organizaciones internacionales especializadas. Junto con otros donantes, apoya al Centro Internacional para la Recuperación de Activos (ICAR – International Centre for Asset Recovery), con sede en Basilea, así como la iniciativa para la Recuperación de Activos Robados (StAR – stolen asset recovery initiative) de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Ambos ofrecen asesoramiento y ayuda a los países en los que se han robado fondos para depositarlos en centros financieros. La COSUDE es también miembro de U4, un Centro con sede en Noruega que investiga la relación entre corrupción y desarrollo, y apoya de forma puntual a las agencias de desarrollo locales.

Las agencias de desarrollo y las organizaciones internacionales contribuyen con la transferencia de conocimientos y el apoyo coordinado al desarrollo de estrategias anticorrupción y a la detección, incautación y repatriación de los fondos relacionados con la corrupción, el blanqueo de dinero y los delitos conexos.