A finales del siglo XIX, entre estos emigrantes suizos, se encontraban los hermanos Antonio y Miguel Camponovo quienes crearon edificios que caracterizan los paisajes urbanos de La Paz, Sucre y Tarija, entre otros: la catedral de La Paz, «La Casa Dorada» y «el Castillo Azul» en Tarija, así como el castillo «La Glorietta» en Sucre.
Las misiones de la Chiquitanía fueron acuñadas por el jesuita suizo Martin Schmid en el siglo XVIII, hoy en día declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Gracias al trabajo incansable de nuestro compatriota Hans Roth durante casi tres décadas a finales del siglo XX, no sólo se han mantenido y renovado los edificios históricos de esta región, sino que también se han revalorizado las tradiciones artísticas y el patrimonio cultural. Y la contribución arquitectónica más reciente de Suiza en Bolivia: el edificio de la Embajada suiza en La Paz, que el año pasado celebró 20 años desde su inauguración.
En ese sentido, la Embajada de Suiza en Bolivia tiene el placer de presentar una serie de artículos, que nos lleva a un viaje histórico a través de las biografías de estos constructores. El texto original fue escrito por nuestro compatriota Lionel Moser en francés y va seguido de una traducción al español, realizada por la Embajada Suiza en Bolivia.
Es una alegría de poder compartir estas anécdotas históricas que demuestran y valoran el intercambio cultural entre Suiza y Bolivia a lo largo de los años. Confiamos en que este lazo amistoso entre ambos países también se refuerce en el futuro.
