El refugio del Monte Rosa: un cristal verde entre glaciares

A 2.883 metros de altitud, entre los glaciares y las imponentes cumbres valesanas, la nueva cabaña del Monte Rosa brilla como un cristal en la roca. Inaugurado en septiembre de 2009, el edificio futurista pronto se convirtió en una atracción turística. Único en su género, combina la arquitectura con la vanguardia, la alta tecnología y el desarrollo sostenible, a la vez que pretende establecer nuevos términos comparativos en la construcción de edificios en alta montaña.

Orígenes

En el 2003, para celebrar el 150º aniversario, el Politécnico Federal de Zúrich decidió dar vida a un proyecto prolongado en el tiempo y orientado hacia el futuro. Propuso al Club Alpino Suizo (CAS) la realización de un refugio innovador de alta montaña, dotado de una tecnología de altísimo nivel y capaz de integrarse en el delicado ecosistema circundante. Por su ubicación se eligió la región pintoresca del Monte Rosa, conocida internacionalmente por los glaciares del Grenz y del Gorner y por sus cumbres como la Punta Dufour. En la región existía ya desde 1895 un refugio alpino que necesitaba un saneamiento completo. Fue entonces cuando se decidió sustituirlo por una nueva construcción a la que se daría el nombre de Cabaña Monte Rosa.

Estética...

La larga y cuidadosa labor de proyecto del nuevo refugio ocupó durante seis semestres a un numeroso equipo interdisciplinar de profesores y estudiantes del Politécnico de la ciudad del Limmat, pertenecientes a los campos más variados —arquitectos, ingenieros de construcción, expertos en medio ambiente—, que trabajaban en estrecha colaboración con una serie de peritos externos y miembros del CAS. El resultado final es un edificio de cinco pisos, equipado con 120 camas y un refectorio luminoso. Su armazón, de madera principalmente, descansa sobre una base de acero y hormigón anclada en la roca. Su resplandeciente revestimiento externo de aluminio y las anchas ventanas de vidrio, así como su particular forma poligonal le asemejan a un cristal de montaña. Un diseño que permite que el nuevo refugio se integre armoniosamente en el espléndido paisaje alpino que lo rodea.

... y desarrollo sostenible

La cabaña del Monte Rosa no sólo está a la vanguardia desde el punto de vista arquitectónico, sino sobre todo por su planteamiento energético, que le permite producir autónomamente el 90% de la electricidad necesaria para su funcionamiento respetando plenamente el medio ambiente. Ello es posible gracias a paneles fotovoltaicos integrados en la fachada meridional. La energía producida durante el día es almacenada en baterías fabricadas con esta finalidad, según el mismo principio desarrollado para el proyecto de la aeronave solar Solar Impulse de Betrand Piccard. El 10% sobrante lo suministra una central térmica que a su vez se alimenta con aceite de colza y por una instalación de recuperación de aire viciado, que permiten afrontar los períodos de mayor consumo y el mal tiempo. También para el agua se ha inventado un sistema especial de almacenamiento: el preciado líquido aparece en verano gracias al deshielo de la nieve glaciar; a continuación, se almacena en un gran depósito subterráneo para así disponer de agua también durante los meses de invierno. Todas las instalaciones hidráulicas fueron diseñadas respetando el medio ambiente. Así por ejemplo, las aguas grises —que se usan en la cocina y para la ducha— son filtradas y tratadas para las cisternas de los servicios higiénicos.

Perspectivas

También después de su apertura al público, el refugio sigue siendo un instrumento importante para la investigación en los ámbitos de la eficiencia energética y de las tecnologías de la construcción. Los expertos del Politécnico de Zúrich lo han convertido en una especie de laboratorio en los Alpes, dotándolo de un sofisticado sistema informático que permite la recogida permanente de información de diversa índole sobre el clima y los parámetros del edificio (como, por ejemplo, sobre el agua o la energía acumulada). Todo ello con el objetivo de no sólo mejorar constantemente la eficiencia de la cabaña, sino también y, sobre todo, de fomentar avances significativos en el sector de la construcción bajo el lema del desarrollo sostenible.