
La economía suiza es una de las más competitivas del mundo, sobre todo gracias a su sector servicios. Comparativamente, Suiza tiene una baja deuda pública y dispone de un sistema tributario competitivo. Dominada por las pequeñas y medianas empresas, la economía suiza se orienta a la exportación.
El endeudamiento público es comparativamente bajo gracias a un límite de gastos. Desde su introducción la Confederación cierra con superávit. El régimen fiscal federal ofrece impuestos relativamente bajos para personas jurídicas y convierte a Suiza en una sede atractiva para empresas. Por eso, muchas multinacionales se han domiciliado en Suiza.
Sin embargo, la gran mayoría de la economía suiza la conforman pequeñas y medianas empresas o pymes. Muchas de esas empresas están orientadas a la exportación. Esta es la razón por la cual Suiza obtiene reiteradamente un superávit comercial.