Casi la mitad de los alumnos malienses no termina el ciclo de escolaridad primaria. Esto se debe, en parte, a la falta de maestros capacitados para impartir clases bilingües, la escasa consideración del saber local en los programas escolares, así como la carencia de material didáctico apropiado. La situación es aún más grave que tras la crisis política y de seguridad de 2012. En la actualidad, más de 800.000 niños en edad escolar no están inscritos en la escuela. Para hacer frente a tales desafíos, la COSUDE brinda ayuda desde hace una década a un programa de fomento de la descentralización de la educación.
Comunidades al servicio de la escuela
El programa contribuye a aumentar el número de alumnos de escritura y cálculo recurriendo a personas provenientes de las comunidades (alumnos-tutores, maestros). De modo más general, la COSUDE y sus contrapartes movilizan a todo un conjunto de agentes interesados en la educación (colectividades territoriales, servicios técnicos, comunidades locales) a fin de que participen en el establecimiento de un sistema educativo básico en las tres regiones periféricas del país. Formulan juntos una visión común de la educación y, acto seguido, adoptan las soluciones más adaptadas a las necesidades existentes.
Se ofrece una capacitación específica a mujeres a fin de intensificar su participación en las actividades escolares. Dichas mujeres se movilizan para aumentar la proporción femenina en los comités de gestión escolar y las asociaciones de padres de alumnos.
Soluciones para niños no escolarizados y nómadas
Gracias al compromiso de la COSUDE en Mali, niños no escolarizados pueden asistir a cursos acelerados para reintegrarse al sistema escolar y recuperar su retraso en un año. Unos 80.000 alumnos entre 8 y 12 años, de los cuales el 52% son niñas, han podido beneficiarse de esta modalidad acelerada de educación con un índice de más del 90% de aprobados. El programa financiado por la COSUDE ofrece escuelas móviles a los niños nómadas, cuyo número es elevado en el centro del país. Los maestros y el mobiliario se desplazan según el itinerario seguido por la trashumancia. Hasta la fecha, más de 1.300 niños provenientes de comunidades nómadas han podido asistir a clase en unas 50 escuelas móviles.
Según el caso, la COSUDE financia también la rehabilitación y los equipos de las escuelas dañadas por los conflictos en las regiones del norte del país. Gracias a las nuevas infraestructuras, 4.500 niños de Mopti, Tombuctú y Kidal han regresado a la escuela.