Mujeres en Mali: constructoras de paz
¿Cómo valorizar las mujeres en los procesos de paz? Los círculos de paz en Malí son un instrumento innovador que permite a las mujeres malienses de cualquier origen, clase social, religión o afiliación política desempeñar un papel clave en el proceso de paz y reconciliación en el país. Bouaré Bintou Founé Samaké, directora ejecutiva de la ONG Women in Law and Development in Africa (WILDAF), nos da su balance.
Ejercicio de gestión de las emociones como parte de una sesión del círculo de la paz. © WILDAF Mali
Tras la firma del acuerdo de Argel en 2015, Malí se ha embarcado en un proceso de paz para resolver las tensiones e instaurar la estabilidad en el país y en la región. Durante esta última década, las mujeres malienses han sido profundamente afectadas por los conflictos, pero, aun así, han desempeñado un papel esencial en la preservación de la cohesión social. Sin embargo, se las ha implicado solo de forma marginal en la implementación del proceso de paz.
Con el fin de favorecer la inclusión de las mujeres en este proceso, Suiza apoya desde 2015 el proyecto «Círculos de Paz» lanzado por la ONG WILDAF/Malí, cuyo propósito es alentar y ayudar a las mujeres a participar activamente en el proceso de paz y reconciliación en el país. La iniciativa de Suiza se inscribe de forma más general en el marco de la Resolución 1325 de Naciones Unidas y del Plan de Acción Nacional 1325 de Malí, que pretende mejorar el respeto de los derechos de las mujeres, su protección frente a las violencias y su inclusión en el proceso de paz.
Los círculos de paz reúnen a mujeres de todas las regiones de Malí, sin distinción de clase, origen, religión o afiliación política. Ofrecen un espacio en el que pueden intercambiar sus experiencias en relación con los conflictos y deliberar juntas sobre el futuro del país. Las historias de vida sirven de hilo conductor. Este importante instrumento permite a las mujeres participar plenamente en la construcción de un futuro pacífico para su país.
Bouaré Bintou Founé Samaké, ex ministra de promoción de la mujer, la infancia y la familia, es directora ejecutiva de WILDAF/Malí. En esta entrevista nos ofrece su balance y sus reflexiones sobre los círculos de paz en Malí en el contexto actual del país. El 11 de abril de 2024, durante el Foro de Cooperación Internacional de Suiza que se celebra en Basilea, participará en la mesa redonda sobre el Sahel.
Señora Bouaré Bintou Founé Samaké, ¿cuál es su balance de los círculos de paz lanzados en 2015? ¿Qué influencia han podido ejercer las mujeres?
Desde su lanzamiento en 2015, se han organizado más de 200 círculos de paz en Malí que han movilizado a más de 3000 mujeres, ayudándolas a comprender los desafíos que se derivan de la falta de paz y la necesidad de implicarse en la construcción de una paz durable.
En cada sesión han participado al menos a 15 personas, mayoritariamente solían ser entre 20 y 25. Los círculos de paz son un instrumento que favorece un diálogo constructivo entre las mujeres y crea un ambiente propicio para la construcción de la paz. Los valores como la inclusión, la aceptación, la igualdad y la valoración de la diferencia y la diversidad están en el centro de estos encuentros y permiten a las mujeres conectarse y explorar su papel como creadoras de paz en su propia vida, en su familia y en su comunidad. Eso las inspira para actuar concretamente sobre el terreno a favor de la reconciliación y la consolidación de la paz.
Gracias a los círculos de paz, las mujeres malienses han conseguido influir en los altos responsables para que se las tenga en cuenta en los mecanismos de consolidación de la paz. Hoy hacen oír su voz en cuestiones relativas a la paz y seguridad. Han sabido imponerse en el seno de estos mecanismos, tanto a nivel local como a nivel nacional. Es un gran orgullo ver que algunas mujeres que participaron en los círculos de paz estén ocupando puestos en el seno del Consejo Nacional de Transición (CNT) y ostentando cargos de alto nivel, como el de ministra en el gobierno de Malí, una función que yo misma he desempeñado.
En el actual contexto político y de seguridad de Malí (retirada de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali/MINUSMA, fin del acuerdo de paz de Argel), ¿cómo ve usted el papel de las mujeres y de los círculos de paz en la prosecución del proceso de paz?
La rescisión del acuerdo de Argel y la salida de MINUSMA ha causado frustración entre la población, en particular entre los jóvenes, diplomados o no, de las regiones Tombuctú, Gao, Ménaka y Kidal. La MINUSMA constituía una importante fuente de empleos directos e indirectos de los que dependían numerosas familias. Los despidos en esta estructura han creado una falta de recursos para numerosas familias y provocado un fuerte aumento del desempleo. Estos factores debilitan la paz relativa en Malí y en la subregión.
Los círculos de paz juegan un papel esencial en la gestión de traumas y en la gestión pacífica de conflictos, por lo que son un elemento importante en el proceso de paz en Malí. Ayudan a los beneficiarios a reconstruirse moralmente y a abrirse a nuevas perspectivas de vida, a la autonomía y la resiliencia. Es necesario extender
los círculos de paz a pueblos, barrios y aldeas para apaciguar los corazones y los espíritus y allanar el camino a las reformas políticas y de seguridad. Los círculos de paz también han demostrado ser un instrumento eficaz para prevenir violencias de género, pues ayudan a los jóvenes a prepararse para el matrimonio y favorecen la convivencia pacífica.
Ante los recientes acontecimientos, hemos redoblado nuestros esfuerzos. Siguiendo la petición de madres de familia y del consejo regional de Tombuctú, por ejemplo, hemos empezado a organizar sesiones para hombres jóvenes.
¿Cuáles son los beneficios de los círculos de paz?
Los círculos de paz permiten comprender mejor los desafíos y retos ligados a situaciones de conflicto y conocerse mejor a sí mismo, dos aspectos que son fundamentales para favorecer la resolución de conflictos. Además, promueven la capacidad para gestionar traumas y sanar los recuerdos. También se comprende mejor el perdón, que posibilita vivir en paz consigo mismo y crearla al alrededor. Al participar en estos círculos, uno se abre a nuevas perspectivas y a la búsqueda de iniciativas innovadoras. Donde quiera que uno vaya, intenta establecer la paz en su comunidad y en su entorno. Yo misma he interiorizado todo esto gracias a mi experiencia en los círculos de paz.
Va usted a participar en el Foro de Cooperación Internacional de Suiza sobre la paz que se celebrará en Basilea el 11 y 12 de abril, y particularmente en una sesión dedicada a la paz en África Occidental. ¿Qué mensaje le gustaría lanzar en esta ocasión?
El Sahel atraviesa momentos difíciles y el apoyo de todos nuestros socios es fundamental. Las mujeres y los jóvenes, vectores de cambio e innovación, necesitan vuestro apoyo más que nunca. A las poblaciones del Sahel me gustaría decirles: «Seamos los vectores de la paz, no del odio. La paz no se negocia a punta de fusil, sino de forma pacífica». Y a las mujeres malienses, como yo, quisiera transmitirles este mensaje: «Continuemos luchando para que la paz se convierta en una realidad en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestro país y en todo el mundo». Prosigamos nuestro trabajo con los jóvenes para que mañana nuestros hijos y nietos puedan vivir en un mundo pacífico.
Compromiso de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE)
Desde la década de 1970 la COSUDE trabaja en África Occidental en los siguientes ámbitos:
- Desarrollo rural: colaboración con asociaciones de agricultores y ganaderos para mejorar la creación de valor.
- Educación: creación de perspectivas para la población, predominantemente joven.
- Buena gobernanza y descentralización: mejoramiento de los servicios básicos a nivel subregional y promoción de los derechos de las mujeres y de la libertad de los medios de comunicación.
En el contexto de la crisis multidimensional que atraviesa la zona del Sahel desde hace algunos años, la COSUDE ha adaptado sus programas y está aplicando cada vez más el enfoque de nexo entre la ayuda humanitaria, el desarrollo y la paz. Por ejemplo, apoya programas urgentes de seguridad alimentaria, financia la enseñanza escolar también en los campos de refugiados y ofertas dirigidas a los desplazados internos. En este contexto, la COSUDE también ha reforzado en África Occidental su contribución para la transformación de los conflictos y la cohesión social. Gracias a su arraigo histórico a nivel local y a sus contactos privilegiados, forjados a lo largo de décadas, con actores clave en las zonas de conflicto, goza de una posición ideal para desarrollar esta actividad. Apoya iniciativas locales de paz, proyectos de mediación en el ámbito agropastoral para resolver conflictos relacionados con los recursos e invierte en prevención allí donde los grupos armados aún no han tomado el poder. Promueve la información basada en hechos, también en zonas de crisis, y se implica para que las mujeres puedan ejercer un papel activo en las negociaciones. El propósito de estas adaptaciones es mitigar las situaciones de emergencia causadas por los conflictos, promover iniciativas de paz y seguir invirtiendo en la formación de los jóvenes y en su esperanza en un futuro mejor.