El objetivo inherente al Desarrollo Económico Local (DEL) es reducir la pobreza de la población de una región y mejorar sus condiciones de vida mediante una estrategia integral de desarrollo económico y social. Para ello, el Estado, el sector privado y la sociedad civil deben trabajar en estrecha colaboración.
El foco de la COSUDE
En sus países contraparte, la COSUDE apoya estrategias para el desarrollo económico local con el fin de promover un crecimiento económico sostenible y acorde a las condiciones y recursos locales, de crear posibilidades de empleo e ingresos para todas las capas de población y de fortalecer la buena gobernanza a nivel local y regional. Para ello, apuesta por:
- Iniciativas basadas en proyectos: Se apoyan iniciativas basadas en proyectos individuales siempre que contribuyan al desarrollo económico local en sentido amplio o puedan servir de punto de partida para la formulación de una estrategia de desarrollo regional integral.
- Iniciativas planificadas estratégicamente: La COSUDE fomenta en sus países contraparte iniciativas planificadas estratégicamente y orientadas a una región en su conjunto.
Trasfondo
En un mundo globalizado no solo las empresas compiten entre sí; también lo hacen enteras regiones. Su atractivo como centros económicos depende de una serie de factores, tales como el nivel de formación de la población, las infraestructuras o la calidad de la administración pública. Estos factores son decisivos para que las empresas de una región puedan trabajar productivamente, generar productos y servicios comerciables, y crear y mantener, así, posibilidades de ingresos para la población local.
El desarrollo económico local persigue un fortalecimiento a largo plazo de la capacidad productiva y competitiva de una región. El modo de lograrlo consiste en adoptar enfoques de fomento integrados y de amplio alcance que consideren en igual medida los aspectos económicos, ecológicos, socioculturales y político-institucionales.
Desafíos actuales
El desarrollo e implementación de una política estructural regional integral supone un importante desafío para todos los actores interesados (Estado, economía y sociedad civil). El éxito del proceso en cuestión depende de la existencia de instituciones y plataformas que permitan la participación de todos los implicados.